foto: Lesly Abril Zavaleta Carrillo

Laguna de Acuitlapilco foto: Lesly Abril Zavaleta Carrillo

Gratuitos… Pero se vuelven caros: el caso de los servicios ambientales de las lagunas

Dra. Adriana Isabel Gutiérrez Castro, Lic. Lesly Abril Zavaleta Carrillo

Centro de Estudios en Turismo, Medio Ambiente y Sustentabilidad; El Colegio de Tlaxcala

 

A todos los niños en edad escolar, alguna vez se nos enseñó sobre la polinización. Lo más probable es que nunca entendimos cómo se relacionaba con la manzana o incluso, el jitomate del sándwich… y mucho menos sobre el papel de las abejas en el proceso de formación. Sin embargo, hoy apreciamos a las abejas y otros insectos porque comprendemos que la producción agrícola mundial depende fundamentalmente de ellos. A esos beneficios gratuitos se les conoce como Servicios Ambientales; de la misma forma que a miles de beneficios gratuitos que algunas especies o ecosistemas nos proporcionan sólo por vivir e interactuar con otras especies cada día.

Probablemente, hemos vivido la tranquilidad de una caminata al atardecer en la orilla de un lago; tal vez hemos registrado en una selfie, la hazaña de llegar a una laguna de montaña; quizás nos hemos remontado al afecto cálido de los abuelos, por compartir alguna noche su petate (tejido con juncos secos de una laguna), o nos sentimos orgullosos por la fundación de la Gran Tenochtitlán en el lago de Texcoco (origen e identidad de México como nación). Las experiencias, la identidad y los productos que nos regalan los ecosistemas también pueden ser servicios ambientales.

Las lagunas son humedales (Ley de Aguas Nacionales de México, 2014, p. 5). Lot y colaboradores, en su Catálogo de la flora y vegetación de los humedales mexicanos (2015), describen que muchos lagos, lagunas y represas en México, albergan dentro o en sus bordes, un tipo de comunidad de plantas arraigadas al suelo de la laguna, con hojas e inflorescencias fuera del agua. Localmente se les conoce como espadañales, neales, chuspatales, carrizales, etc. y albergan muchas especies, incluso no acuáticas, que generan el paisaje y favorecen a la biodiversidad (refugiando aves, peces, insectos y anfibios, incluso al carismático ajolote). La cantidad de especies de aves tanto migratorias como locales, puede ser tan alta, que reciben el reconocimiento internacional de Sitio RAMSAR.

El servicio ambiental más impresionante de los humedales en las lagunas, lagos y represas es su capacidad para purificar el agua, gracias básicamente al trabajo de equipo entre los microorganismos en el lodo y las plantas. Desafortunadamente, esa capacidad es insuficiente para tratar los enormes volúmenes de agua residual que se vierte diariamente en ese tipo de cuerpos de agua en todo el país (incluyendo ríos).

En el Estado de Tlaxcala, la Laguna de Acuitlapilco es el segundo cuerpo de agua más importante del estado, contiene, agua básicamente residual, cuya cantidad es por mucho mayor al aporte natural durante las lluvias; además, su tular ha experimentado quemas. Afortunadamente para humedales tan afectados como la mencionada laguna, existen pobladores a favor de su conservación y recuperación, organizados en el movimiento ‘Unión de Poblaciones, Comunidades y Organizaciones por la Laguna y la Vida (UPCOLAV), que habitan en las cuatro comunidades que la bordean (San Sebastián Atlahapa, Santiago Tlacochcalco, Santa María Acuitlapilco y Xiloxoxtla). Estos pobladores han concluido al 100% el desazolve de las barrancas para aumentar el aporte de agua de lluvia. El trabajo ha sido arduo y ha enfrentado oposición porque aún no se asume que todos los beneficios naturales de la Laguna de Acuitlapilco han sido gratuitos, pero que hoy, recuperarlos tiene costos económicos, así como meses de trabajo físico y de gestión no remunerados, entre otros.

 

Para recuperar el agua de la Laguna de Acuitlapilco, serán necesarias costosas medidas de corrección, a través de plantas de tratamiento de agua. Si el servicio de purificación de la Laguna de Acuitlapilco era gratuito y suficiente a través de la vegetación de tular existente, hoy incluso es necesario invertir en su restauración ecológica. Con tantos casos de lagunas, lagos y represas tan afectados por descargas residuales domésticas e industriales, ya deberíamos haber aprendido que los servicios ambientales son gratuitos, pero de no valorarse y perderse, será caro recuperarlos.