Activistas crean alianzas para ayudar a migrantes

Con la frontera cerrada para la migración y el latente riesgo de contagio, desde el inicio de la pandemia autoridades, albergues y organizaciones locales, binacionales e internacionales, crearon alianzas para proteger a los migrantes y evitar la propagación del Covid-19 entre la población.

Debido a que los albergues cerraron temporalmente sus puertas a personas recién llegadas a la ciudad, para aislar a los cerca de 2 mil 500 migrantes que ya tenían alojados, y evitar brotes del virus, en abril de 2020 la iglesia anglicana abrió en la ciudad el primer albergue filtro, llamado Espíritu Santo, así como el albergue de transición San Matías.

Un mes después, el 9 de mayo, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de Naciones Unidas, en alianza con autoridades, empresarios y otras 30 organizaciones, abrió aquí el primer hotel filtro para migrantes del país, con el objetivo de prevenir la propagación del Covid-19 entre la población.

Desde entonces, el espacio que se encuentra en el hotel Flamingo ha recibido a 3 mil 398 personas, de 18 distintas nacionalidades, principalmente de Honduras, Guatemala y El Salvador, de las cuales el 9.3 por ciento han dado positivo a Covid-19, es decir más de 300 migrantes.

El hotel filtro, que después se replicó en Tijuana, en Juárez tiene capacidad para acoger a 108 personas, en 45 habitaciones; en las que ha atendido a mil 137 niñas, niños y adolescentes (NNA), 70 mujeres embarazadas, 42 recién nacidos y 50 personas de la comunidad LGBTI+.

El modelo de hotel filtro contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), para cubrir las necesidades de alimentación, salud y bienestar, agua limpia y saneamiento, reducción de las desigualdades y alianzas para lograr los objetivos, con el trabajo de 25 personas en un inicio, y 22 actualmente.

Lejos de su lugar de origen, la pandemia afectó a miles de migrantes que habían sido retornados a través del programa “Permanecer en México” o que fueron víctimas de la política sanitaria llamada “Título 42”, bajo el argumento de que los migrantes representan un riesgo para la propagación del virus.

Las principales afectaciones que sufrieron fueron aspectos como la pérdida de empleo, el aumento en estafas migratorias y la falta de documentación laboral para las personas bajo el Título 42, señaló el reporte “Impacto de Covid-19 en el contexto migratorio de Ciudad Juárez”, de la Matriz de Seguimiento de los Desplazamientos (DTM) de la OIM, en el que se destaca que “las mujeres –migrantes- se han visto afectadas de manera desproporcionada por la pandemia”.

El reporte destaca que el Covid-19 aumentó el porcentaje de migrantes en busca de trabajo del 40 al 47 por ciento, mientras que el desempleo aumentó del 43 a 74 por ciento,  la población encuestada que trabajaba en empleos informales disminuyó drásticamente del 43 por ciento al 19 por ciento, y la cantidad de personas que trabajaban de manera formal se redujo del 13 al 6 por ciento.

El documento también señala que, con la pandemia, se ha visto un aumento en los intentos de fraude por parte de abogados falsos o de mala fe, así como un alza en las estafas migratorias. E indicaron que han observado un incremento en casos de amenazas o extorsión por parte de traficantes de personas en la ciudad.

Es necesario alinear planes, estrategias y medidas para combatir el tráfico de personas migrantes a nivel regional, así como crear mecanismos que les permitan denunciar los delitos de los que son víctimas, señaló la Organización Internacional para las Migraciones de Naciones Unidas (OIM-ONU) en la evaluación del Impacto del Covid-19.