Una artista peruana pide retirar su obra del Museo Reina Sofía de Madrid por su relación con la OTAN

La artista peruana Daniela Ortiz ha pedido la retirada de su trabajo Castas blancas de la nueva colección permanente del Museo Reina Sofía de Madrid por haber acogido uno de los actos relacionados con la reciente cumbre de la OTAN.

La obra en cuestión es una pintura incluida en la ordenación de la colección permanente del museo, titulada “Vasos comunicantes. Colección 1881-2021″, inaugurada el año pasado.

Ortiz (1985), afincada en Barcelona (noreste español), rechaza así la visita que efectuaron el miércoles pasado la reina Letizia de España y las acompañantes de los mandatarios de la Alianza Atlántica a este importante centro de arte contemporáneo, donde se fotografiaron delante del “Guernica”.

En una carta dirigida al museo y publicada en Twitter, la artista califica de “aberrante” que una pintura como el “Guernica”, realizada por Picasso para denunciar los horrores bélicos, “sea utilizada como telón de fondo para aquellas figuras políticas que deciden imponer la guerra a nivel global”.

“Es responsabilidad del Museo Reina Sofía no solo velar por la integridad física de las obras que resguarda, sino también por su integridad política”, opina.

El museo “no puede utilizar” las obras de los artistas para “fines de organizaciones que imponen la guerra y la violencia como la OTAN”, como tampoco puede realizar “eventos de estas deplorables características”, añade.

El trabajo que la artista ha pedido retirar es una pintura enmarcada en una serie mayor y que reflexiona sobre las pinturas de castas originales desarrolladas en el siglo XVIII en los virreinatos del Perú y Nueva España.

La obra de Ortiz trata cuestiones como la nacionalidad, la racialización o la clase social para analizar de manera crítica el poder colonial, el capitalista y el orden patriarcal.

El lunes pasado, una treintena de miembros de los movimientos Extinction Rebellion” y “Fridays for Future” protagonizaron una protesta ante el “Guernica”, y denunciaron que el museo acogiera actos de la cumbre con pancartas como “La guerra es la muerte de la gente. La guerra es la muerte del arte”.